La Administración Tributaria, está iniciando una campaña de “visitas” e inspecciones a pequeñas y medianas empresas. Siendo los primeros destinatarios de las visitas a los locales de las empresas, aquellas empresas en las que se maneje dinero en efectivo.
Tanto si la inspección tributaria se inicia mediante visita sorpresa, como si no, el procedimiento inspector se desarrollará en las oficinas de la Inspección, debiendo comparecer personalmente, o mediante representante, el día y hora que se de cita.
No obstante hay que tener en cuenta que para acceder a las instalaciones de la empresa, el inspector tributario ha de contar con la autorización del titular, y que en el caso de sociedades, esta autorización ha de darse por el representante legal de la empresa, no siendo válido el que cualquier trabajador permita el acceso al inspector al interior de las instalaciones.
Si en el desarrollo de la visita, se encontrase algún indicio de haber cometido alguna irregularidad, entrará en acción la inspección de Hacienda, abriendo los expedientes que considere oportunos.
Como novedad esta año están las cartas enviadas por la Agencia Tributaria a las Pymes que facturan por debajo de su sector, donde avisan de las sospechas que provoca el hecho de que las declaraciones fiscales presentadas por los contribuyentes que no se ajustan a la media del sector, además de informar de que es conocedora de todos los movimientos bancarios y cobros con tarjeta efectuados por las empresas desde el ejercicio 2016, incluso detallando importes acumulados y los porcentajes que suponen los cobros con tarjetas de crédito.
Junto a estas visitas, destacar otra línea de inspección dentro del campo de las actuaciones presenciales, ves la dirigida al descubrimiento de actividad económica oculta y a la detección de software de ocultación de ventas.