Los errores más frecuentes del borrador de la declaración de la renta, que se recomienda sea revisados por un experto, tienen que ver con examinar bien los datos por si hay que modificarlos, porque como recuerda la Agencia Tributaria, cualquier error, independientemente de que no se recogiera en el borrador o fuera una equivocación a la hora de realizar la declaración en las oficinas de la AEAT, es responsabilidad del contribuyente, pudiendo imponerse por ello sanciones.

El contribuyente debe entender la importancia de revisar tanto el borrador como los datos fiscales, puesto que un error o una omisión puede hacer que el resultado a devolver o a pagar sea menos ventajoso para él.

En los borradores de Hacienda no se contempla determinada información a la que esta no tiene acceso como un cambio en las circunstancias, personales, familiares o económicas. Casarse, divorciarse o tener un hijo, o el cambio del importe de una pensión alimenticia afectan a la declaración de la renta y «Hacienda no tiene por qué saberlo».

Puede ocurrir que aunque no se hayan tenido rentas del trabajo, sí haya otros ingresos como alquileres, becas, rentas o pensiones que hay que computar. Además se debe revisar el límite de aquellos contribuyentes que hayan tenido más de un pagador.

El borrador habitualmente no refleja la minusvalía y el grado que se tiene y que permite aplicar deducciones.

Importante revisar apartados como el de ganancias y pérdidas patrimoniales, repasar todas las retenciones o pagos a cuenta que haya sufrido el contribuyente, también las aportaciones a planes de pensiones a cónyuges con rentas inferiores a 8.000 euros y la correcta deducción de las retenciones soportadas en el extranjero.

Conviene consultar las declaraciones de la renta de los últimos años, ya que puede haber derecho a compensar rendimientos y pérdidas ocurridos en años anteriores con ganancias en años posteriores.

Por último hay que chequear las deducciones autonómicas a las que se tiene derecho.

Existe cierta tendencia a acudir a un profesional solo cuando sale a pagar, y no tanto para recuperar dinero que ya hemos pagado cuando es favorable a nosotros. Es un error frecuente, porque hay deducciones de las que muchas veces no sabe a las que se tiene derecho o, incluso, se desconoce cómo aplicarlas.

Un segundo riesgo está vinculado con los conocimientos fiscales, cuando no se es experto. Pudiéndose llegar a deducir algo a lo que no se tiene derecho, realizar alguna incorrección formal, etcétera, que daría lugar a una revisión de la declaración. Además, también puede suponer que se acabe siendo sancionados con una multa de cierta cuantía.

Campaña RENTA 2017 – No confirmar el borrador sin repasarlo
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