Dentro de las Directrices del plan anual de control tributario, destacan entre otras las siguientes medidas:
* IVA y lucha contra la economía sumergida
Se intensificarán las visitas en los establecimientos donde se realiza la actividad, al objeto de acreditar y regularizar situaciones de infradeclaración de ingresos.
En particular con actividades caracterizadas por la venta al consumidor final.
Por otra parte, se potenciará el análisis de la capacidad adquisitiva real de los contribuyentes, combinando el cruce de la información declarada sobre bienes y derechos con información sobre gestión de cuentas corrientes e inconsistencias con su titularidad formal, beneficiarios de tarjetas de crédito emitidas tanto en España como en el extranjero y uso de efectivo, a la vez que se mantienen las actuaciones para verificar el cumplimiento de la limitación de pagos en efectivo.
Al mismo tiempo, la Agencia reforzará el análisis del software comercial que posibilita la ocultación de ventas.
* Lucha contra el fraude en la economía digital
Junto con las actuaciones que ya se vienen efectuando de explotación de información disponible en Internet y de control de fabricantes y prestadores de servicios online, se potenciará la colaboración con las Administraciones Tributarias de otros países para la comprobación de los beneficios obtenidos por los agentes económicos que utilizan Internet como medio para publicitar bienes y servicios.
Además, se prestará especial atención al control de las operaciones de importación asociadas a transacciones de comercio electrónico y al análisis de los nuevos medios de pago que cada vez con mayor fuerza se están implantando –criptomonedas, plataformas mediadoras de pago, pagos desde dispositivos móviles etc.–, ya que pueden facilitar la opacidad de las operaciones.